Un habito que note que se desarrolla en el
viajero solitario es que cuando llega la noche y va a comer luego de una larga
jornada, entra al comedor del hotel, porque no le quedan ganas de salir, a dar
una vuelta, mira el horizonte, viendo con que tema de conversación va a comer
esa noche, y de manera lenta avanza hacía la mesa de alado, busca, la mejor
posición, ya que obvio y cuatro sillas, que le permiten buscar una posición
privilegiada para ver y oír y se sienta.
Pero mi error lo cometí la primera noche,
el tipo va se sienta al lado de una mesa de dos jubilados, tema de
conversación, médicos, dolores, etc. etc.
Ahora que hago, entro y busco las parejas con pinta de recién casados,
mieleros que le dicen, ahí voy, por lo menos diversión casi asegurada
Guillermo, estoy siguiendo la historia de tu viaje, antes no pude y creeme que lo que comentas es EXACTO, abrazo Pablo Cattani
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