El turista y un poco de cultura.

Una vez establecido en el hotel otra odisea, decido contratar un tour donde te llevan a conocer la ciudad, y  ahí parto. Como tenía que ser me llaman a la habitación que me estaban esperando, yo todavía a las vueltas, trate de bajar tiempos y cuando me subo al bus, sentí clavarse la mirada de todas las nacionalidades que allí se juntaban, además no me parecía oportuno sacarle el micrófono a la guía para explicarle que me habían agarrado en el baño. Empiezo a mirar donde sentarme y descubro que el único asiento libre era al lado de una china, con sombrero y un barbijo de cirujano puesto sobre su boca. Nos hicimos las reverencias que corresponde entre occidental y oriental y me senté pensando, justo ahora que logre curarme el resfrío que traía desde que salí de Buenos Aires, me voy a engancha el de  esta.

La guía empezó el relato en ingles y en castellano, repetía en ambos idiomas, y en la primer parada dijo a su izquierda tienen las ruinas de.... y ahí salieron corriendo todos los de la derecha del bondi, a sacar las fotos, fotos que tenían la cabeza de los dos que estaban sentados sumada al marco de la ventanilla, y atrás con suerte se alcanzaban a ver, un pedazo de las ruinas que habían descubierto recientemente, ya que el lugar era una pista de motocross, de los Limeños hasta que alguien se dio cuenta que ese salto tan bueno era la pirámide donde vivía el INCA. Al lado de el altar de ceremonias, donde a las vírgenes de entre 15 y 17 años les cortaban el gañote para ofrecérselo a quien correspondía, en el fondo del bus se escucho una voz diciendo machistas, acto seguido la guía explica que usaban las mujeres para los sacrificios, ya que eran las fértiles y daban vida, justificaba semejante acto diciendo que estaban "felices" que las eligieran porque no se que cosas iban a recibir en el otro mundo. Eso se lo creía ella y nadie más, porque las pobres niñas debían estar aterrorizadas.