Todo es igual que
la selva, lo único que cambian los protagonistas, en la selva se caza para
sobrevivir, acá también, los vendedores a domicilio, nos entregan el shopping
delivery, directamente a la reposera. Están al asecho esperando poder dar el zarpazo,
y con expertos argumentos, convencen al enamorado, que quizás luego de una
noche maravillosa, en un lugar soñado, quiere recordar el momento, cuando
llegue a su hogar, y ahí están ellos los expertos, para ayudarlos.
Pero si esto no funciona, traemos a la caballería.
Y atacamos en grupo.
Nadie se puede resistir a dos niñitos, con un potrillito, esto rompe las defensas de cualquier enamorado, atravesamos la fortaleza, éxito en la batalla, la venta fue hecha.
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