Estaba mirando a
la distancia, el pescar de los Cormoranes, como en sus picados violentos como
cazas bien dirigidos a sus presas atrapaban, metiéndose en el mar. Algo llamo
mi atención allá a lo lejos y en el horizonte, comencé a ver un punto, que muy
lentamente se acercaba. Al rato ya una vela se divisaba, y recordé la tarde
anterior, pensé sería bueno verlo llegar, poco a poco desde esa tribuna
privilegiada, veía como las hábiles manos timoneaban, la frágil y pequeña
balsa, hacía el puerto. suave y lento, una ultima ola le daba el impulso, para
que esos troncos, traídos del Ecuador, posarán a su dueño sobre la blanca arena
que en aquella tarde el dibujaba.
Los invite con
una cerveza, en signo de amistad, me conto que los lobos le habían comido 4
pescados, y que ellos se iban cuando querían. Se disculpo pero debía llevar el
pescado, ya que hacía mucho calor y había salido a las 4 de la mañana, hacía
muchas horas que estaban al sol,
subieron las cosas al moto taxi, y se alejaron con rumbo a la aldea.
A lo lejos regresa el Guerrero
Experto timonel
Los amigos del Guerrero
La union y unos troncos hacen la fuerza
Cuando pedimos la pesca del día nos referimos a esto
Otro amigo también regresa
El transporte
Una imagen vale más que mil palabras
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