LA RESPUESTA ESTA EN EL CAMINO: Como el destino existe, y se junta en el Fast Eddy´s Restaurant

Llegando a Tok (Alaska) luego de 730 kilómetros hechos ese día venía viendo donde me iba a quedar ese noche, y estaba buscando un hotel que había visto por internet, paso por el aeropuerto, y veo el Piper con las ruedas de alta flotación y pensé le tengo que sacar una foto, pero primero voy a buscar donde dormir esta noche. Un poco más adelante veo un lugar para parar, había un restaurante, y dos edificios de hotel, pensé este no es el hotel que busco, pero paro en este lugar. Estaciono la moto ya que la recepción del hotel estaba en el restaurante, y me bajo de la moto y justo frente a la ventana donde estaciono, un señor muy concentrado leyendo un libro, nos miramos y yo sigo mi camino y el con su libro, en ese momento en mi cabeza, algo se encendió y empezó a darme vuelta, tomo justo la ultima habitación que estaba disponible, vuelvo a la moto, lo vuelvo a mirar y me digo yo esa cara la conozco de algún lugar, pero rápidamente vuelvo a decirme, uno en estos lugares habla con miles de personas seguro es con alguno que vi en algún lugar. Arranco y voy a sacar la foto del avión antes de ir al cuarto y después dejo las cosas, tomo las fotos que puse en el blog, y regreso, cuando paso veo una moto estacionada en uno de los edificios que tiene el hotel, ya que son tres, y algo salta rápidamente en la distancia, el calco de la bandera Argentina, que pasa acá me dije, miro la moto, vuelvo a mirar el calco, y enseguida miro la patente, y veo que es de Europa, llego al cuarto y empiezo a bajar las cosas, con mi cabeza que funcionaba a mil, pasaba de la cara del restaurante, a la calcomanía con la bandera Argentina y a la moto, de repente descubro lo que pasaba, voy a mi moto a la valija izquierda la miro y veo la pequeña calcomanía, la tengo que limpiar con el dedo ya que no se veía bien lo que ponía por la tierra, y leo “Pat Around the Americas”, camino al otro edificio y miro la moto del lado donde estaba la otra valija y ahí en grande estaba su calcomanía esa marca registrada que llevamos cada viajero en su moto, si era el Pat, que me había encontrado en la ruta 5 en el medio del desierto de Chile saliendo de Iquique, en un kiosquito de frutas 6 días después que había salido de Argentina, ( ver el Blog entrada del 06-05-2012 Titulo “Pat”). Regreso al restaurante, lo miro y le cuento quien era y donde nos habíamos encontrado, se para y me estira la mano, yo le doy un abrazo, quizás Pat se sorprendió como buen Irlandés no esta acostumbrado pero para mi era un amigo alguien que estaba en ese lugar, los dos estábamos en la ultima frontera, y me sentía como si nos hubiéramos conocido de toda la vida. Los dos estábamos felices de habernos encontrado, me senté y empezamos una larga charla de viajeros, mientras yo cenaba, El me comento que hace dos día que estaba ahí pero el día anterior no sabía porque pero no quiso seguir, yo ese día en algún lugar de la ruta cuando me saque la foto frente al cartel pensé en cuanta diferencia le habría sacado, y por donde estaría. Ambos hablamos de caminos y lugares, los dos habíamos llegado al mismo lugar pero hicimos rutas totalmente diferente, yo fui por el Oeste de México, el por el Este, yo cruce EEUU por el Oeste, el por el centro, me conto del huracán que lo agarro en México, del calor y los incendios en EEUU, del amortiguador de su moto que se le rompió, y de las transformaciones que hizo el viaje en nuestras vidas, éramos otras personas, otras miradas, y otra manera de enfocar las cosas, en esa charla los dos sabíamos que “el viaje” , es la esencia de lo no escrito y esta en el alma de cada uno, es lo que siempre vamos a llevar, en nuestras vidas.

La charla se prolongo frente a La Adventure,como rindiéndole homenaje a esos seres que habían logrado llevarnos hasta ahí y se merecían el respeto de que estuvieran presente, mientras tomábamos café y el disfrutaba de su habano mirando la moto, se hizo muy tarde, aunque todavía era de día, cada uno se fue a dormir, y a la mañana siguiente cuando me despierto lo veo con su traje preparándose para partir, nos saludamos y me voy a desayunar, viene y me dice en ingles adiós mi amigo, le dije en ingles cuídate, y partió en búsqueda del pueblo que lleva su nombre y quiere conocer, para eso tiene que transitar por sobre una vía de tren durante unas largas horas. Ahora los dos sabemos que el destino si existe y se encuentra en el Fast Eddys Restaurant, 71 días después de haber recorrido toda América.