Pasas a Nicaragua, apenas entras tenes una marea como de cincuenta tipos esperando, que avanzan hacia uno todo esto en el medio del barro, y ahí te empiezan a acosar, duramente. En un momento había uno que se puso pesado, hasta que me enoje, y discutí, tuvo que venir el policía a ver que pasaba.
Luego entras a pasar como todos lados oficina en oficina, y en todas te sacan dólares Fumigada 3 Seguro 12, Impuesto municipal 1, Impuestos de Migraciones 12, Impuesto al rodaje 5.
Sali y el panorama es otro, a los pocos kilómetros me encontré con esto.
Luego seguí viajando y con un parque eólico, muy importante, me parece muy interesante que usen este tipo de energia, y me alegro verlo.
Al rato el policía, no podía faltar, venia despacio, cuando lo vi baje más la velocidad, y ya lo vi haciendo seña que pare, me dije se viene de pesado, y no le erre, use mi primera estrategia parar sobre la ruta cuestión que el quede en el medio, pero no funciono, a todo esto el personaje venia, con cigarrillo en la boca, y celular en la mano y la otra mano guantes fosforescentes verdes, Venia rápido, dijo con su cara que lo delataba, No rotundo y seco, sacquese el casco, y los anteojos, déme el registro pasaporte, bueno toma, usted venia rápido No seco, de nuevo, déme el seguro, a buscar el seguro, como no le daba bola, me dijo que siga, mientras seguía jugando con su celular.
Decidí parar en Managua, ya que de seguir se me iba a ser tarde y no quería pasar la frontera muy tarde, visto lo vivido antes.
La frontera de Honduras es igual, ya en la de el Salvador mejora lo de los curiosos y acosadores
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