Cuando llegue a
Bocas del Toro, por casualidad pase por el aeropuerto, y ahí me sorprendió, ver
que dentro del mundo de la aviación se entretejía, otro mundo, el del futbol y
el beisbol, compartiendo un espacio junto a los aviones, entre sus despegues y
aterrizajes, la pasión por el deporte iba
envolviendo a grandes, y a chicos, llevando de la mano a las mujeres,
en ese tapiz verde, poco a poco va surgiendo una cuna de campeones, y quizás en
los ojos de alguno de ellos se lea el sueño de poder lograr la gloria, pudiendo
algún día volver en ese avión que acaba de aterrizar.
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